¿Qué es la huella de carbono y cómo calcularla?

En los últimos años se ha escuchado hablar sobre la huella de carbono,  un indicador ambiental que da a conocer los gases emitidos por un individuo o empresa, dado que diariamente se realizan diferentes actividades en las cuales es necesario e indispensable el uso de energía.   

Una huella de carbono es “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto”. Tal impacto ambiental es Tmedido llevando a cabo un inventario de emisiones de Gases de Efecto Invernadero siguiendo normativas internacionales reconocidas (ISO 14064-1, PAS 2050 o GHG Protocol). Una vez conocido el tamaño de la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones, a través de diferentes programas públicos o privados.

La  huella de carbono es un subconjunto de la huella ecológica, concepto ideado a mediados de los años 90 para poder comparar de forma tangible los impactos del hombre sobre su entorno, independientemente del país de origen o del lugar de residencia.  

¿Cómo se calcula la huella de carbono?

La huella de carbono de una organización se obtiene mediante el análisis de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero durante un periodo predeterminado. Existen tres niveles o clases de alcances de mediciones para las empresas.

  • Emisiones Directas: También conocidas como emisiones de Alcance 1. Son los gases emitidos de forma directa, por ejemplo, por el uso de combustibles fósiles en maquinaria o vehículos, por pérdidas de gases refrigerantes, o por reacciones químicas durante los procesos productivos de la organización.
  • Emisiones Indirectas: Son los gases de efecto invernadero emitidos por el productor de la energía requerida por la organización. Dependen tanto de la cantidad de energía requerida por la organización como del origen energético de la red que provee a la organización.
  • Otras Emisiones Indirectas: Son las atribuibles a los productos y servicios adquiridos por la organización, que a su vez habrán generado emisiones previamente para ser producidos. Son las más difíciles de contabilizar debido a la gran cantidad de productos y servicios utilizados por las organizaciones y a la dificultad en conocer las emisiones de estos productos o servicios si no son aportadas por el propio productor.
  • Absorciones: También se deben contabilizar las absorciones de CO2, que la organización realiza de forma directa y contrarresta las emisiones generadas. No se deben contabilizar dentro de un inventario, aunque la organización sí puede informar de sus compensaciones si las ha realizado.

 

Huella de carbono individual 

El hecho de que una persona conozca su huella de carbono es el primer paso para tomar conciencia e intentar reducirla todo lo que sea posible, lo que implica modificar rutinas personales para convertirse en un mejor inquilino del planeta.

Hay muchas maneras de medir la huella de carbono y, evidentemente, no se hace igual para un país que para una empresa o para un individuo. Ni siquiera existe un consenso sobre los factores a considerar y los que se pueden descartar. Por lo general se suelen tomar mediciones mensuales o anuales, destacándose variables como las siguientes:

  Cuánta energía consumes en tu casa (electricidad, gas, carbón, etc).

  Cuáles son tus hábitos de transporte (a pie, en auto solo o compartiéndolo con otros, bicicleta, transporte público, vuelos constantes)

Los alimentos que compras y tu dieta cotidiana (producir y transportar algunos alimentos, como la carne, que tiene mucho más impacto medioambiental que otros).

A nivel internacional existen diferentes protocolos y directrices para el cálculo de la Huella de Carbono. Por ejemplo, la metodología del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) para las Comunicaciones Nacionales de Gases de Efecto invernadero, el PAS 2050 o el GHG Protocolo Estándar para la huella de carbono de productos, la ISO 14064 o el GHG Protocolo estándar corporativo para el cálculo de la huella de carbono de una organización. 

El cálculo de dicho certificado es un primer paso para mejorar y abaratar el proceso de producción reduciendo los costos energéticos.

Para calcular la huella de carbono de forma individual, se puede utilizar la siguiente web:  https://calculator.carbonfootprint.com/calculator.aspx?lang=es 

 ¿Cómo reducir tu huella de carbono?

Tras conocer el resultado de tu huella de carbono, ya puedes tomar acción. Aunque parezca una tarea difícil, son importantes los pequeños actos que  empieces a realizar para reducir el impacto medioambiental.

  1. Desenchufa los electrodomésticos que no utilices

Algunos aparatos electrónicos consumen más energía de lo que se cree y no en todos los casos es necesario que estén siempre enchufados. ¿Qué sentido tiene tener en stand-by la televisión y la laptop? ¿por qué tener enchufados tres o cuatro cargadores que no están conectados a ningún celular o tablet?

  1. Limpia la nevera

¿Sabías que mientras más bolsas de plástico haya en el refrigerador, más consumo eléctrico se genera? Esto se debe a que dicho aparato necesita mayor potencia para enfriar los alimentos. 

  1. Utiliza transportes ecológicos

Es preferible transportarse a pie o en bicicleta para llegar a tu destino. En caso de que  desee trasladarse a grandes distancias, es mejor usar el  transporte público.  

  1. Recicla.

Cuando se realicen las compras del hogar, es recomendable portar una bolsa de tela o carrito para no tener que usar innecesariamente bolsas de plástico.

 

 

*Este post es una colaboración del docente Alberto Palacios Miñano de la carrera de  Ingeniería Ambiental

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