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El coach experto en Recursos Humanos, Fernando Juscamayta, enfatizó el origen de los conflictos, las técnicas y etapas claves en la negociación. “El conflicto: ¿oportunidad o amenaza? Claves para afrontarlo con éxito”, fue el tema de la charla organizada por la oficina de Empleabilidad y tuvo la participación del master en Dirección de RR. HH.
Al inicio de la charla se dio una reflexión del efecto óptico donde se plasma la idea de cómo las personas pueden interpretar de diferentes maneras, utilizando como ejemplo, una imagen que muestra tanto a una niña como a una anciana. La perspectiva de cada individuo determinará si logra ver una imagen u otra.
La explicación detrás de este fenómeno es que nuestro cerebro tiende a buscar patrones basados en nuestra propia experiencia y personalidad, con el fin de comprender situaciones desafiantes. Este acontecimiento está sumamente relacionado con la aparición de nuevos conflictos en cualquier ámbito, porque las diversas interpretaciones podrían provocar discusiones entre las partes interesadas.
Según el escritor Stephen Robbins: “el conflicto es un proceso que se inicia cuando una parte percibe que la otra le ha afectado o está a punto de repercutir de manera negativa”.
Las técnicas para afrontar los conflictos son herramientas poderosas que permiten manejar diferentes problemáticas eficazmente. Estos métodos se centran en disminuir el estrés de ambas partes y llegar a un mutuo acuerdo:
Se aplica cuando tenemos una situación externa, si es que no tenemos peso en ella, y es aquello que requiere mayor tiempo del que disponemos.
Se usa cuando se necesitan resultados rápidos y eficaces, si es que notamos que el otro compañero no actúa con responsabilidad.
Se aplica cuando buscamos una paz interior con nosotros mismos. Si se valora la relación con la persona, será ideal para mantener un vínculo sólido.
Se adapta en contextos en los que se identifican soluciones creativas y el impacto de la decisión es alta. Requiere tiempo y esfuerzo para llegar a un acuerdo con todas las partes involucradas.
Técnica utilizada en situaciones en las que ambas partes están obligadas a entenderse y necesitan renunciar a algo para llegar a un equilibrio.
Reconoce el entorno y acepta que existe un conflicto que debe ser resuelto. Una vez que se ha identificado el problema, es útil definir escenarios y ofrecer alternativas para abordarlo.
En esta etapa, es importante explorar las intenciones, intereses y actitudes de cada parte; buscando puntos en común que puedan ser la base para una conciliación. Es recomendable brindar un feedback efectivo para mantener una comunicación abierta.
Una vez llegado al acuerdo, es esencial documentar los términos en un acta o correo electrónico; además, se debe hacer un seguimiento y garantizar que todas las partes cumplan con sus responsabilidades.
La gestión de conflictos es una habilidad fundamental en la vida personal y profesional. Es importante demostrar un enfoque asertivo, combatir las ideas y no a las personas. Aprender a ceder y encontrar soluciones que beneficien a ambas partes es clave para resolver la situación de manera efectiva.
Finalmente, recordemos que nuestros adversarios pueden convertirse en aliados si manejamos el escenario de manera adecuada.
*Este post es una colaboración de Milagros Gianeysi Arteaga Huapaya y Pabel Paulett Espiritu Huertas, consejeros del área de Empleabilidad de la Universidad Privada del Norte.
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