¿Está en crisis el periodismo?

El periodismo no solo enfrenta una crisis como idea de negocio, sino como expresión de una cultura antigua, el print, y una cultura nueva, el online, en la que la segunda parece enfrentar mejor el futuro de esta profesión.

¿Está en crisis el periodismo?

Se ha dicho hasta el cansancio que lo que existe no es una crisis del periodismo en sí, sino de la idea de negocio que representa el periodismo; es decir, el esquema tradicional del lector que compra, del anunciante que contrata y el medio que vende información ha colapsado.

Los más afectados por esta crisis son sin duda los medios impresos. Estos, no solo han cedido terreno y perdido protagonismo, sino que se han quedado solos en casa, pues los lectores se han mudado a Internet o se han vuelto adictos a los medios audiovisuales en general. Los ciudadanos, para decirlo en términos de Giovanni Sartori, se han mudado del planeta homo sapiens al planeta homo videns.

Para atenuar el desbalance, los medios impresos tienen su versión electrónica y se siguen esmerando en diseñar formatos en los que se privilegia la comunicación multitemporal y multidireccional. Con el paso de los años, el modelo ciberperiodístico ha terminado por abrirse camino y volverse totalmente independiente. Sin embargo, la crisis afecta también a los medios digitales, los cuales siguen atravesando dificultades para generarse ingresos mediante la publicidad.

Hasta ahora no hay claridad respecto a cómo van a resolver ambos formatos ―el impreso y el digital― esta crisis de comienzos de siglo. Todo indica que van a seguir conviviendo por un tiempo, desarrollando a su manera o en pareja estrategias (gráficas, de diseño, de interacción, de escritura, etc.)  para no desaparecer o para instalarse en el imaginario de los consumidores de información. Lo cierto es que la crisis es real y los medios impresos han respondido muy tarde, dice Alberto Montagut, “al tsunami digital”.

Los lectores acostumbrados a leer en papel se preguntan: ¿El destino de los diarios impresos es desaparecer o quedar como fenómenos de culto? ¿Qué pasará en el futuro inmediato? La verdad es que no se puede tapar el sol con un dedo. El destino mediato de los medios impresos es diluirse paulatinamente, pero ese fin no es de ninguna manera el del periodismo, que sigue conservando sus principios y su rol social. Lo que viene es una serie de cambios tecnológicos que van a transformar la forma en que se ejerce el oficio y lo que permanecerá con una base sólida es, por ejemplo, la ética y el buen uso del lenguaje.

Según Alberto Montagut, lo que se vivió al principio fue una especie de choque entre dos mundos, entre dos maneras de practicar el periodismo: el print y el online. Ahora las aguas se han calmado y las empresas periodísticas tienen que enfrentar la crisis de la que hablamos, crisis que, como toda regla, tiene sus excepciones.

Si la tendencia general es que los medios impresos cierren, cómo es que el en Perú se mantienen vivos y enfrentan la crisis con relativo éxito. El 2012, el diario El Comercio publicó un informe en el que revelaba que, contra todo pronóstico, los diarios populares habían roto la tendencia de desaparecer y habían crecido en ventas y lectoría. La razón: haberse diversificado y ofrecer información para los espectros sociales. Esta es sin duda una estrategia poderosa que va a funcionar mientras dure. La crisis de la idea de negocio sigue siendo una espada de Damocles para los medios impresos y digitales.

*Este post es una colaboración de Luis Eduardo García, director de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte.

Conoce más sobre periodismo y otros temas de comunicación ingresando a nuestra plataforma de blogs.

Whatsapp UPN