Las audiencias en tiempos de digitalización

Las audiencias en tiempos de digitalización

Vivimos en constante movimiento. Y el movimiento involucra de una u otra manera cambios a todo nivel, incluso en la forma en que consumimos los medios. Como se sabe, los medios de comunicación han jugado un rol de suma importancia en el desarrollo de las sociedades desde la aparición de la imprenta, como mecanismo para difundir ideas y doctrinas, hasta la masificación de internet, permitiendo la apertura a la oferta mediática mundial.

Los medios de comunicación representan audiencias. Éstas, a su vez, se subdividen en los llamados targets y cada uno de estos subgrupos denota hábitos y comportamientos en su consumo de medios que los diferencian. Para capturar la atención de los targets debemos desarrollar estrategias ad hoc según el medio. En ese sentido, es imprescindible conocer a profundidad a nuestro target tanto a nivel psicográfico como socio demográfico para identificar las oportunidades de las cuales disponemos para contactarlo y lograr su atención.

No somos una masa homogénea. Desde la perspectiva generacional se evidencian patrones en el consumo de medios ciertamente marcados que generan barreras en la comunicación. La manera en que consumimos los medios ha cambiado y junto con ello hemos de cambiar en las formas como solíamos contactar a nuestros targets. Hemos pasado de un entorno mediático tradicional con formatos estándar a una etapa donde prima lo digital y en el que la publicidad se ve obligada a reinventarse.

Hechos concretos dan virtud de lo anteriormente mencionado. En Reino Unido, el periódico The Independent publicó a inicios del 2016 la que sería su última edición impresa tras treinta años de estar presente en los puestos de venta. Al respecto el portal elmundo.es precisaba que “El cierre de The Independent, con el que se llevaba especulando desde hace meses, ha reactivado la inquietud por el futuro de las ediciones impresas y por las nuevas oleadas de recortes en las grandes cabeceras, que a duras penas han logrado contener la caída de lectores de papel.[1]

La necesidad de los medios de volcar sus esfuerzos hacia internet es una realidad, más aún a sabiendas de que las nuevas generaciones, los llamados Millennials y Centennials, no conciben la vida sin tecnología o peor aún sus vidas giran en torno a la tecnología. Aquellos medios que aún no han logrado realizar esta transición tienen altas posibilidades de dejar de existir muy pronto. Tengamos siempre presente que la publicidad, es decir, los ingresos que los medios generan a partir de sus anunciantes, existirán en la medida que tengan una audiencia atractiva. Si las audiencias migran a otros medios, la publicidad lo hará también.

Esta nueva forma de consumir medios no solo ha afectado a los tradicionales periódicos y revistas.  Noruega no es la excepción. Este país “se ha convertido desde el 11 de enero de 2017 en el primer país del mundo en apagar su señal de Frecuencia Modulada (FM). El Ministerio de Cultura de Noruega estima que la digitalización de sus emisiones nacionales de radio resultará en un ahorro anual de unos US$25 millones. El costo de transmitir canales de radio nacional a través de la red de FM es ocho veces mayor”.[2]

Un acontecimiento como este quizá parece aún lejano para realidades como la nuestra; sin embargo, en la medida que haya una mayor penetración de internet, un mejor ancho de banda y, por ende, muchas más personas conectadas accediendo a la oferta global de medios, veremos que habrán medios que se tambalean e incluso terminarán desapareciendo por no haber tomado las previsiones del caso oportunamente.

Hoy por hoy, las emisoras radiales no solo deben preocuparse por el desempeño de sus radios y las de su competencia en las señales FM y AM. Hoy deben tener una mirada que vaya más allá y preguntarse cómo ser una mejor opción frente a Spotify que ofrece a sus usuarios la música que ellos elijan en el momento y lugar que prefieran, incluso con la opción de descarga para que puedan seguir escuchando su música favorita en momentos en que no cuenten con conexión a Internet.

La reina de los medios de comunicación no se ha salvado. La televisión sostiene una dura batalla contra servicios como el de Netflix, que no solo ofrece producciones enlatadas, sino que produce las suyas y con muy alta calidad. Tan solo por mencionar, la serie House of Card, producida por Netflix, se convirtió en 2013 en la primera serie de televisión web en recibir nominaciones importantes para los Premios Primetime Emmy. Y ni qué decir de las producciones que realiza en asociación con Marvel: son todo un lujo y por tan solo unos cuantos soles al mes.

Las personas, los consumidores, tenemos el control hoy más que nunca de lo que consumimos. Entonces la competencia de los medios se ha vuelto aún más complicada considerando que ahora deben competir en un mercado global. Esta competencia pasa justamente por ofrecer contenidos que realmente logren conectar con sus públicos objetivos, pasa por ofrecer producciones que enganchen y cautiven a las audiencias, pasa pues por analizar más que nunca a sus consumidores para brindarles algo que realmente cause diferenciación.

Digital es transversal a la forma en que hoy en día vivimos y consumimos medios. Somos cada vez más digitales al nivel de tener prácticamente todo interconectado, dejando de esa manera una huella nuestra en el camino. Esta huella no es más que las redes sociales que utilizamos, el contenido que publicamos, los perfiles que seguimos, la música que escuchamos, los videos que reproducimos, los sites que visitamos, etc. Y esta es la información que usamos los publicistas del mundo de hoy.

*Este post es una colaboración de Carlos Burgos Díaz, docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte.

[1] Fresneda, Carlos (2016) ‘The Independent’ cierra su edición impresa. Recuperado de http://www.elmundo.es/television/2016/02/12/56bdd1a3e2704e0f4f8b45be.html

[2] BBC (2017). Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150421_tecnologia_noruega_radio_fm_cambio_digital_ig

 

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