A los periodistas en su día

Doscientos veintitrés años han pasado desde que un primero de octubre de 1790, Jaime Bausate y Meza fundara el Diario de Lima,  considerada la primera publicación periodística peruana. Desde esas épocas, los periodistas peruanos se han visto enfrentados a los continuos avatares de la profesión. Sin embargo en los últimos 20 años el periodismo se ha visto sumergido en hechos, que en algunos casos, han perjudicado la imagen de toda la profesión.

Cabe recordar lo acontecido durante el gobierno de Alberto Fujimori, como la compra de líneas editoriales y el servicio de medios de comunicación a su régimen. Sin embargo aunque este fue uno de los peores momentos del periodismo peruano, desde mi punto de vista, aún hoy estamos frente a una gran crisis sobre todo de valores y donde los límites entre la base del oficio: la búsqueda de la verdad al servicio del bien común, se confunde con la búsqueda del rating, del índice de lectoría o de audiencia, socavando la razón de ser de la profesión.

La libertad de expresión no significa libertad para desinformar, para exponer la vida privada como si fuese mercancía, el brindar a los públicos información superflua o tergiversada sólo para lograr fines políticos o financieros. Kapuscinski señalaba que el deber del periodismo es el informar, sin fomentar el odio, ayudando a la humanidad y fue él también quien nos señalaba que para ser periodista hay que ser ante todo buena persona.

En el Perú existen muchos y muy buenos periodistas, excelentes personas. Su día a día es luchar por hacer más digna la profesión, por informar con veracidad y ética, algunos dejando a un lado incluso la satisfacción propia o momentánea por lograr el bien común. Esforzados periodistas que retratan la historia del país, que informan y que contribuyen a generar opinión.

Va para ellos y para los periodistas formados y en formación en UPN nuestro saludo en este día. Un saludo especial a nuestros docentes, quienes transmiten y comparten la pasión por su profesión con nuestros estudiantes todos los días. Sigamos comprometidos en la formación de excelentes profesionales pero, sobretodo, de buenas personas.