En estos días me he sorprendido por cómo todos los medios y público han reaccionado entorno a una película nacional: ¡ASU MARE!.
Realmente estoy tratando de hacer memoria para recordar en que momento algo parecido ocurrió en el país y creo que nunca antes vimos algo por lo menos similar.
Sea como sea, qué importante es que una película peruana, con una historia peruana, hecha por peruanos, pensada en peruanos como primer mercado, ha llegado a tener el récord de más de un millón de espectadores, algo impensable en nuestro mercado.
Mucho se está hablando al respecto: Sí debe ser una película arte, sí es una película comercial, sí es o no cultural; sin embargo estamos dejando de lado lo que creo en mi opinión es lo principal: es una película que –sea como sea- ha llevado a un millón de espectadores a las salas de cine, algo que debe ser celebrado en un mercado donde el cine aún no es industria, donde aún es cine artesanal, donde estamos buscando la forma que las películas que realizamos sean vistas, discutidas, comentadas pero sobretodo valoradas en el mercado local.
Recuerden que las películas de factura nacional, ganan en festivales y concursos internacionales, son criticadas y valoradas positivamente fuera del país, pero escasamente son “premiadas” con la taquilla en el Perú e incluso muchas no pasan de la semana en proyección.
Por qué tendemos a pensar que toda película latinoamericana, para no decir solo peruana, debe ser “ARTE” en el sentido más ortodoxo de la acepción. Por qué nos es tan difícil aceptar que hay películas destinadas a circuitos “COMERCIALES” y películas que son para un circuito menos comercial. Y en buenas cuentas, no queremos que todas las películas sean comerciales, es decir desde el punto de vista que dejen réditos económicos. No celebramos cuando una película latina es nominada a El Óscar, que es la versión más comercial de cine.
Creo, y es mi opinión en este tema, que toda película es un producto cultural, es fruto y producto de un momentun del espacio social en el que se produce, refleja un punto de vista ya sea una historia ficcional o no y es un producto artístico.
Qué si ¡ASU MARE! es cine de autor o no, ya sabemos la respuesta. Es un producto pensado en ser masivo, basado en el éxito comercial del unipersonal del mismo nombre que estuvo muchos años en cartelera. Recoge historias que al peruano de mi generación y creo que en mayor o menor medida, al peruano en general, le son particularmente similares. ¿Qué han descubierto la fórmula para llevar público al cine? Pues no. Lo que se ha hecho es aplicar las leyes del Marketing y la Publicidad a un producto: descubrir la necesidad del público y brindar un producto en ese sentido, que la satisfaga.
El cine peruano necesitaba de este éxito. Los que estamos dentro de las comunicaciones debemos apoyar y celebrar este suceso y buscar las formas en que también el cine de autor, el cine-arte, el documental, vuelvan a ser protagonistas en nuestras carteleras.
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