Cuatro enfoques de liderazgo centrado en el colaborador: la salud mental como prioridad

La salud mental de una gran parte de la población mundial está siendo minada por la pandemia. Por ello, una de las primeras tareas de los líderes en este momento es velar por el bienestar emocional de sus colaboradores.

Sostienen los especialistas que en una situación de riesgo como la que afrontamos, es casi inevitable que se incrementen los casos de ansiedad, depresión, trastornos de pánico y otras fobias. Durante un webinar organizado por Lundbeck España se anotó que el prolongado confinamiento en prevención de contagios está dando lugar a cuadros de agorafobia (miedo a los espacios abiertos o públicos), ya bastante frecuente en las consultas y que requieren de una atención rápida.

No menos importante, el trabajo en casa ha generado situaciones de tensión, estrés y pérdida de la privacidad en un espacio en el cual, solía decirse hasta hace un tiempo, los problemas laborales no deben entrar. De allí que los expertos organizacionales señalen que ahora una de las tareas prioritarias de los líderes es velar por la salud mental de sus colaboradores.

Marian Spencer, miembro de la red 100% Human at Work, señala que si bien frecuentemente la ansiedad por la salud es impulsada por pensamientos irracionales, en este momento gran parte de la ansiedad que genera la crisis sanitaria es bastante racional y comprensible. Destaca por ello el papel vital de quienes lideran organizaciones para intervenir temprano donde se pueda y evitar que el estrés y la ansiedad ocasionen problemas de salud más graves. En ese sentido, propone cuatro enfoques de liderazgo que contribuirán con este propósito.

Enfoques de liderazgo centrado en los colaboradores

Liderazgo auténtico. Que un líder comparta sus propias ansiedades y vulnerabilidad invita a que los miembros del equipo compartan la suyas. Habitualmente las personas evitan hablar de sus problemas, y un 50% de quienes tienen males mentales no buscan ayuda. Un líder debe escuchar a los colaboradores silenciosos y, de manera auténtica y amable, preguntarles si se encuentran bien.
Comunicación clara y coherente. Es necesario diseñar una estrategia de comunicación interna para obtener información clara a través de canales convenientes. Por lo general, el desconocimiento del estado y planes de la organización provoca incertidumbre y aumenta la ansiedad. Una persona informada se sentirá siempre empoderada y mejorará su desempeño.
Garantías de seguridad. Bien sea que se trate de colaboradores en un sistema de teletrabajo o de aquellos que han vuelto a las tareas en oficina o planta, la seguridad es hoy uno de los aspectos de mayor importancia. Como líder es fundamental descubrir qué preocupaciones existen entre los trabajadores y lo que necesitan para sentirse seguros. De igual modo, si existen planes de contingencia hay que comunicarlos oportunamente. Finalmente, si hubiera trabajadores interesados en trabajar en casa durante más tiempo hay que mostrar flexibilidad.
Fomentar buenas prácticas de bienestar. Comparta con su personal las herramientas y el tiempo que requieran en apoyo a su propio bienestar. Esto comprende el aspecto físico, emocional y oportunidades para que mantengan sus conexiones sociales. La risa y oportunidades de distracción no deberían subestimarse, ya que son buenos estimulantes del bienestar mental.

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