A propósito de infraestructura y productividad

infraestructura y productividad working adult

Al margen del problema de inseguridad, percibido por un sector mayoritario de la población como el más apremiante, el nuevo gobierno se ha comprometido con aspectos en los que requerimos igualmente de acciones prontas y sostenibles en función a convertir al Perú en un país próspero y civilizado en los próximos años.

Nos referimos puntualmente a infraestructura y productividad, temas que aun cuando parecieran ir por cuerdas diferentes constituyen en definitiva factores de la suma que implica el desarrollo nacional.

Xavier Sala-i-Martín, economista español con una larga cátedra en la Universidad de Columbia, señala en una entrevista concedida a la televisión chilena que cuando se habla de infraestructura lo primero que hay que preguntarse es ¿qué quedará después de construir la obra? Dicho de otro modo, hay que plantearse los beneficios que producirá esa obra a mediano y largo plazo.

“En este sentido, pensar en términos de conectividad es clave”, subraya el profesor español. “Hoy en día sabemos hacer mucho más cosas que en la Edad Media o miles de años atrás bien porque las hemos inventado o bien porque alguien nos las ha contado. La manera en que nos las cuentan tiene que ver con estar conectados, con la gente y con los países donde se desarrolla conocimiento”, complementa.

Sala-i-Martín sostiene que las grandes civilizaciones de la historia se han construido en sitios donde ha habido mucha conectividad. La ruta de la seda, Mesopotamia, las grandes ciudades europeas, el gran boom de los Estados Unidos en el siglo XIX con el ferrocarril y con las autopistas en el XX obedecen al propósito de acercar y poner en contacto a la gente.

“Por lo tanto –acota- cuando nos preguntamos qué infraestructura desarrollar, la respuesta es: aquellas que generan más conectividad”. Entre las obras tradicionales que conectan están las carreteras, los aeropuertos y puertos, y a ello debe añadirse la tecnología actual que permite a la gente comunicarse y efectuar transacciones de diverso tipo.

Como un caso emblemático, Sala-i-Martín se refiere a la infraestructura que se desarrolló en Barcelona con ocasión de las Olimpiadas de 1992. “Todas las obras de infraestructura que se hicieron allí, que fueron muchísimas, se ejecutaron con el objeto de convertir a Barcelona en una de las capitales mundiales del turismo. Hoy esta ciudad recibe a 8 millones de turistas al año y es una escala principal de los cruceros en el Mediterráneo”.

El profesor catalán pone énfasis en el hecho de que la infraestructura debe desarrollarse para resolver problemas, considerando las obras como parte de un plan integral de competitividad a mediano y largo plazo.

Por otra parte, al abordar el tema de productividad, Sala-i-Martín señala que la infraestructura, por si sola, no hace a un país más productivo. La premisa en este caso es dotar a la nación de una sólida base educativa.

“Lo cierto es que no es posible elevar la productividad sin educación, y para ello hay que emprender políticas revolucionarias como lo está haciendo Finlandia, donde se ha quebrado la rigidez académica para dar paso a la creatividad”. “Tampoco es cuestión de construir más escuelas, sino de tomar las que se tienen y cambiar la manera de educar a los niños”, explica.

El economista concluye que, de esta manera, infraestructura y productividad se constituyen en elementos críticos en el progreso de los países.

Fuente:

https://www.youtube.com/watch?v=6LWjx93QNQ0

Whatsapp UPN