El serio derrape de un gigante

Hace apenas algunas semanas, en julio pasado, se daba a conocer que Volkswagen había sobrepasado a Toyota en la venta de vehículos a nivel mundial. La firma alemana con sede en Wolfsburgo y también propietaria de las marcas Porsche, Bugatti y Audi, reivindicaba de esta manera el valor de la etiqueta “Made in Germany” después de varios años de batalla con su rival nipona.

A mediados de septiembre, sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), luego de una prolongada investigación, acusó a Volkswagen de haber colocado en sus vehículos un software para eludir los estándares ambientales y ordenó llamar a revisión a casi medio millón de unidades diésel en California.

La noticia corrió como reguero de pólvora alrededor del planeta, incidiendo seriamente en el valor bursátil del gigante alemán.

Los títulos de Volkswagen cerraron aquel día con una caída del 18.6% en la Bolsa de Frankfurt. De esta manera, la compañía ha pasado de tener una capitalización bursátil de 76,600 millones de euros a cotizar a alrededor de 63,330 millones. Una pérdida de 14,470 millones de euros en una sola sesión y que rondaría el monto de la multa con que podría ser sancionada. Porsche también descendía con fuerza en bolsa al ser el máximo accionista de VW: su capitalización bursátil arrojaba más de 3,000 millones de euros en pérdidas.

Directivos de la empresa admitieron que hubo efectivamente manipulación en los softwares instalados en las unidades. El consejero delegado del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, aseguró que se hará todo lo posible por esclarecer el caso y cooperar con las autoridades estadounidenses, mientras anunciaba que se va a realizar una auditoría externa para llegar hasta el fondo.

“Lamento profundamente que hayamos defraudado la confianza de nuestros clientes y a la opinión pública”, señaló el máximo directivo en un comunicado emitido desde la sede de Wolfsburgo. “Los acontecimientos tienen la más alta prioridad para la junta directiva y para mí personalmente”, afirmó.

De momento, Volkswagen ha suspendido la venta de automóviles de motor diésel de cuatro cilindros en Estados Unidos, en particular de las marcas Volkswagen y Audi. Los modelos afectados son los VW Jetta, Golf, Beetle y Passat y el Audi A3.

De acuerdo a los informes de la EPA, los autos en los que se han manipulado las emisiones serían unos 482,000 en total. La multa a aplicarse podría ascender a unos US$ 37,500 por unidad (33,100 euros), lo que equivaldría a un total de 18,000 millones de euros.

Por su parte, el gobierno alemán verificará que ni Volkswagen ni ninguna otra empresa del sector falsee datos en el mercado alemán ni en el europeo, por lo que ha anunciado que solicitará datos relevantes a las empresas para proceder a su comprobación inmediata. “Esperamos que las empresas automovilísticas suministren información fiable para que la Autoridad Federal de Transporte de Motor pueda investigar si ha habido manipulaciones similares con los sistemas de emisiones en Alemania y Europa”, advirtió el portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, Andreas Kübler.

Sin duda, un duro revés para una compañía que dos meses atrás celebraba la obtención del liderazgo a escala mundial.

Con información de:

http://www.huffingtonpost.es/2015/09/22/volkswagen_n_8175260.html

http://www.elmundo.es/motor/2015/09/21/55ffc6fc46163ffd2a8b4577.html

http://eleconomista.com.mx/industria-global/2015/07/28/vw-lider-mundial-ventas-primer-semestre-2015

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