Mamá trabajo

Cuando hablamos de trabajo, las cosas evidentemente no han sido fáciles para las mujeres. Menos aún si se trata de mujeres que son madres. Por diferentes motivos, desde los más triviales hasta aquellos convencionalismos que asumen que el lugar de una madre es su casa, las representantes del sexo femenino han estado siempre en desventaja frente a los varones.

Sin embargo, desde hace algunas décadas, bastante más por el empeño de las propias féminas que se rebelaron contra un establishment sin sustento alguno, las mujeres madres han conquistado importantes cuotas laborales y es de esperarse que esta tendencia continúe su curso.

Actualmente, uno de cada cinco puestos gerenciales es ocupado por una mujer a nivel mundial. Si bien ésta es todavía una cifra baja, muchos países vienen legislando para permitir que más mujeres accedan en igualdad de condiciones a puestos gerenciales.

De acuerdo a un informe de la consultora Grant Thornton (2012), Chile es el país latinoamericano con más mujeres en puestos directivos con un 25%. Le siguen Brasil (24%), México (19%) y Argentina con 18%. En un plano global, Asia y el Pacífico (sin considerar el Japón) tienen el porcentaje más alto de mujeres ejecutivas: 27%.

Entre las razones que explican la preferencia por mujeres líderes hay varias de carácter inobjetable. Por ejemplo, que cuentan con mayor capacidad de liderazgo, conciliación, firmeza, rectitud, lealtad e intuición.

Una de las empresas que impulsan el ascenso de las mujeres es Kimberly Clark, y nadie mejor que Blanca Quino, gerente general de la filial peruana, para interpretar la filosofía de su empresa: “las personas en las gerencias son personas con talento, pero también madres, esposas y jefas de familia”. Gestionar con éxito semejantes responsabilidades habla de una capacidad excepcional. Con todo, la ejecutiva anota que muchas empresas deben encontrar la forma de conciliar la vida  profesional con la vida familiar de sus colaboradoras, pues aun cuando el desempeño es similar y en muchos casos excede al de sus pares varones, hay empleadores que consideran que las mujeres no consagran toda su energía y tiempo al trabajo debido a sus responsabilidades familiares. “Todavía existe el prejuicio de que la mujer se compromete menos con su trabajo, sobre todo si está casada y tiene hijos”, complementa.

Mariela García, gerente general de Ferreyros, sostiene que los retos que asumen las mujeres en cargos directivos son grandes y exigen mucho de parte de ellas. “Para una mujer que es madre es importante sentirse bien con lo que hace porque hay muchos sacrificios”, refiere.

Pero hay avances en la tarea de brindar igualdad de oportunidades a las madres trabajadoras. Una empresa que abre camino en este sentido es Bayer, que obtuvo el reconocimiento de la revista Working Mothers (primer lugar en el ranking de las cien mejores empresas para madres trabajadoras en Estados Unidos) por introducir prácticas que contribuyen al éxito profesional delas mujeres de su empresa. Esto a través de empleos compartidos, cuidado de los hijos, teletrabajo, promoción de mujeres a puestos directivos y horarios flexibles, todo ello orientado a compaginar la vida familiar, personal y laboral.

Otra compañía que hace lo propio es Nestlé, que desde 2008 lleva adelante políticas para mejorar el equilibrio de género, especialmente a nivel directivo. En la empresa están convencidos de que este cambio incrementará la cantidad de talento directivo, enriquecerá el modelo de liderazgo y garantizará una actitud distinta de los consumidores, que en más del 80% son mujeres.

Sin duda estos ejemplos serán replicados y en los próximos años podremos ver condiciones mucho más equitativas y justas para las madres que trabajan.

Fuente:

Revista Strategia, PUCP.

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