El proyecto del Parque Ecológico Nacional Antonio Raimondi, con 8,259 hectáreas, fue creado mediante el DS 016-2011-MINAM, durante la administración anterior. En dicho decreto se prohibía específicamente la construcción de vivienda y el uso residencial.
En mayo de 2013 el Ministerio de Vivienda solicitó al MINAM la desafectación de 108.96 hectáreas de dicho parque para la implementación de un proyecto de vivienda. Actualmente el mismo MINAM ha desafectado todo el territorio del parque para poder otorgar aquellas 108.96 has. Se argumenta que muy pocas hectáreas de las 8,259 que componen el parque constituyen verdaderamente un área de Conservación Regional (lomas) como una verdadera reserva verde, equivalente a 1,320 hectáreas, esto es, el 16% del parque (ver mapa). Otras 28 hectáreas se han reforestado a la fecha y quedarían las restantes 6,911 para reforestar.
El Parque Ecológico Nacional A.R. como fue pensado tenía usos recreativos y educativos, pero el MINAM ha agregado dos usos completamente nuevos: “La coordinación para el diseño de modelos de vivienda sustentable de bajo costo que se enlacen armoniosamente con el diseño del parque y sus objetivos”. (pág. 3)
Y con la actualización del CEPLAN (Plan Especial Parque Ecológico Nacional Antonio Raimondi), el área tendrá además uso industrial.
Urbanizar 108.96 hectáreas equivale a unas cien cuadras en donde podría haber entre 8,000 y 10,000 viviendas de una planta, 20 mil si se trata de doble altura de edificación, dependiendo del número de pisos de las edificaciones. Con 50 mil personas viviendo ahí inicialmente, sería el comienzo de una urbanización más en Lima Metropolitana.
Continúa el MINAM:
“Por otro lado, el Ministerio del Ambiente también ha trabajado opciones de forestación a través de técnicas que aprovechen las características del terreno, como el desarrollo de ecosistemas de lomas costeras y bosques secos. Sin embargo, incluso en estos casos la implementación de una hectárea de forestación es de 4,960 soles, es decir, (se requiere) una inversión de 41 millones para todo el parque. Y el mantenimiento de una sola hectárea alcanza los 358.7 soles, es decir, una inversión de S/. 3 millones por año para todo el PEPENAR”. (pág. 4)
Además, continúa el MINAM, es incosteable forestar y sobre todo mantener un parque de este tamaño. Serían S/. 3 millones por año solamente de mantenimiento. Se mencionan expertos que opinan y refuerzan los enunciados. También se argumenta sobre otra problemática referida a la categoría de Área Natural Protegida (ANP) en que se constituyó el parque en su creación. Ahora el parque se ha desafectado, dejando de ser ANP.
La verdad es que cuando se creó el parque, en 2011, nos alegramos. Lima merece un parque urbano de gran tamaño, que posibilite salidas a acampar, en medio de la nada, en silencio y con seguridad. El parque planteaba varios usos. Zona de acampamento, zonas de caminatas, lagunas, paseos a caballo, sistemas de tratamiento de residuos orgánicos e inorgánicos demostrativos para colegios, etc. El parque tiene una zona de fósiles y es posible escuchar el sonido del viento corriendo entre sus lomas de arena.
Cuando se habla de que el costo de mantenimiento sería un problema, no se han tomado en cuenta los ingresos que un parque de esta naturaleza generaría, con el debido desarrollo y la promoción adecuada, aun cobrando un bajo costo de entrada.
Mi opinión en cuanto urbanista es la siguiente:
1. Creo que el principal problema en cuanto a la desafectación y el propiciar vivienda nueva será la presión inmobiliaria sobre el suelo. En cuanto se inicie la construcción de aquellas 10,000 viviendas será como el disparo de salida para un mayor número de invasiones a cuantas ha habido (el mismo documento afirma que entre 2010-2012 ha habido 26 invasiones de más de 20 personas y 76 invasiones de menos de 20 personas). Dichas invasiones serán imparables, sobre todo ahora que el territorio se ha desafectado. ¿Cómo se va a defender?, ¿qué decreto se invocará?
2. El Plan Regional de Lima 2035 apuesta por Ancón como zona de crecimiento urbano de la ciudad. Con esta desafección esta zona se constituirá en polo de crecimiento urbano sin servicios y sin planeamiento.
3. Una fórmula para contener esta presión sería la inmediata construcción de las instalaciones del parque, edificio central y administrativo, centro de interpretación, servicios, etc., y del inicio de programas de forestación, que darán vida y sentido al área.
4. Iniciar la construcción de vivienda dejando el parque en estado ‘muerto’ equivale a un regalo para los invasores. Y más adelante para la especulación inmobiliaria.
5. Tomando en cuenta que no necesariamente se debe de forestar todo el parque, podría establecerse un programa de reforestación natural que devolviera el ecosistema costero de lomas, combinado con otro tipo de usos educativos, de viveros forestales, de campañas donde los niños de colegios fueran a practicar la forestación a largo plazo.
6. Desarrollar y fomentar un parque industrial terminará de ocupar el suelo en muy pocos años.
Como conclusión, no es el problema que se tomen algunas hectáreas para vivienda, sino que el plan completo se ha transformado para uso industrial. Así, no habrá modo de contener la subsiguiente presión inmobiliaria especulativa y las invasiones. Si no se protege el parque urbano, dentro de unos años habrá ahí una ciudad marginal no planeada llamada ‘Nueva Ciudad PEPENAR’.
*Se anexa una hoja de la cartilla de promoción del Parque Antonio Raimondi.
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