La Arquitectura que viene.
Se habla mucho de la nueva arquitectura, que pretende reunir la belleza estética con la armonía del contexto y la adaptación bioclimática . Actualmente existen suficientes elementos que posibilitan que se construya de otra manera, que pensemos y concibamos los espacios de una forma diferente, pero la realidad es que se sigue diseñando y construyendo de la misma manera.
Se ha estudiado mucho ya acerca de cómo se conforma frente a nosotros una nueva cultura arquitectónica. En ella se implementan nuevos referentes tecnológicos de materiales para acabados y tipos de construcción, y una correcta adecuación al medio ambiente, teniendo en cuenta el asoleamiento, los vientos dominantes, la lluvia, etc. Además, se diseñan elementos que posibiliten la disposición de aguas residuales para su re-uso, y la disposición de residuos sólidos. Asimismo, hay una adaptación de los espacios arquitectónicos a los usos que las nuevas tecnologías imponen (sobre todo en el diseño de salones de clases, auditorios, aulas de talleres, etc.), dado que estos espacios deben de ser multifuncionales, contar con cobertura de señal WiFi y una multitud de enchufes eléctricos.
Esta nueva arquitectura ya se puede visualizar en algunos edificios, pero lamentablemente no en todos, y seguimos construyendo como hace unos años. Los que prevean este nuevo tipo de arquitectura serán los señalados, ya que ahorrarán recursos y brindarán mayor confort a las poblaciones que hagan uso de dichos edificios. Como es sabido, el confort en las edificaciones es un valor añadido que nos remite a la calidad: calidad de vida. Y esta calidad se revierte y califica a la misma edificación. Este tipo de arquitectura es el que se enseña en la Facultad de Arquitectura y Diseño UPN.
Los referentes son los siguientes:
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Un mayor impulso a la Arquitectura Bioclimática, donde el factor de localización y ubicación en el territorio es tomado en cuenta en las nuevas edificaciones, sobre todo para definir mejor la orientación, el clima imperante, los materiales adecuados y los sistemas de aislamiento, protección o ventilación (doble muro, recubrimientos especiales, o con pantallas protectoras extramuros). Esto nos permite tener un mejor control del ambiente en el interior del edificio. De este modo, conseguimos que sea más fresco en verano y más cálido en invierno, sin necesidad de ventiladores eléctricos, o equipos de aire acondicionado.
- Una arquitectura sostenible: El edificio se construye reduciendo la ‘Huella de carbono’, utilizando mejor los materiales y cuidando los desperdicios de obra.
- Edificios que buscan reducir el consumo eléctrico de su vida útil (50-70 años). Nomalmente, para el control de la temperatura de los edificios en los climas cálidos se suele recurrir a la solución más ‘fácil’: ventiladores de pared o de techo, o extractores eléctricos empotrados. Además de lo molesto que resulta el ruido que estos elementos provocan, no hay una verdadera ‘ventilación’, sino que se crea la sensación de frescura con el aire en movimiento. Existe, también, un abuso en la utilización excesiva de los equipos de aire acondicionado, pensada para los señores que visten saco y corbata, que bien podrían sacarse ambas prendas, como lo hacen en Japón con la moda Cool Biz.
- En lo relacionado a este tema de la factura eléctrica, podríamos hacer un ejercicio matemático muy simple[1]: Si un ventilador consume 74 Watts/hora, y en el Perú el Kwatt cuesta[2] 0.32 S/., esto arroja un costo de 5.53 S/. al mes por cada ventilador. Por ejemplo, en un edificio donde haya 100 oficinas, cada una de ellas con un ventilador, el gasto ascendería a la suma de 553 S/. al mes. En un año tendríamos 6,636 S/ de gasto en electricidad; dinero que se podría ahorrar mediante un diseño eficiente.
- Para evitar el calor, también podemos proteger las fachadas que reciben asoleamiento todo el día mediante la utilización de una capa como segunda piel (elementos de sombreado, o corta-sol), como vemos en la gráfica.
- Nuevas tecnologías aplicadas al diseño del edificio, que permitan a la edificación generar su propia energía, la cual va a consumir posteriormente(placas Fotovoltáicas). La producción de las energías que utiliza y consume el mismo edificio debe tender a ser cada vez mayor. Actualmente, esto ya es posible y es altamente rentable.
- Pequeños cambios que generan confort: desde elementos arquitectónicos simples que ‘cortan el sol’ (como muestra la ilustración de abajo), hasta la instalación de enchufes en las aulas para que cada usuario disponga de alimentación eléctrica para sus equipos portátiles de comunicación y datos.

- La reutilización de las aguas servidas, mediante sistemas de tratamiento primario, que posibiliten que dichas aguas puedan servir para los WC (inodoros)

- Me pregunto, por qué no se siembran más árboles? por qué los arquitectos no siembran (y no uso el plural porque cada vez que he podido he sembrado árboles). Por tanto necesitamos ayudar al planeta desde la arquitectura del paisaje: utilizando lo vegetal: árboles, arbustos, plantas trepadoras, rastreras, cubre-suelos, de bajo consumo de agua. Dicha vegetación proporciona un clima más fresco y crea paisaje urbano. ¿A quién no le gusta meterse bajo la sombra de un árbol en un día soleado?

- Cuando uno diseña un jardín dentro de un edificación se nota una mejora en el micro clima interno. Recordemos que las plantas limpian el aire de CO2 y proporciona oxígeno.
- Los Techos verdes refrescan el ambiente y sirven de aislantes térmicos y acústicos.

- El Confort en los edificios, finalmente es lo que se persigue. Todo lo que hacemos está orientado al confort ambiental para el uso de nosotros, los seres humanos y debemos hacerlo protegiendo el ambiente. A partir de ahí podemos decir que tenemos calidad ambiental en los edificios.
José Ignacio Pacheco

[1] Prueba hecha con el Electrocalculator http://www.electrocalculator.com/
[2] Tomado de http://peru21.pe/noticia/611093/como-reducir-tu-factura-luz