Precisiones sobre la leche y las bebidas vegetales

El color blanco similar a la leche ha originado denominar de manera inadecuada “leches vegetales” a lo que realmente son “bebidas vegetales” elaboradas a base de agua e ingredientes vegetales como almendras, arroz y avena.

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De acuerdo a su contenido nutricional, se afirma que todas las bebidas vegetales tienen bajo contenido proteico, por lo que no deben ser utilizadas como fuente proteica, sobre todo en los casos de niños y mujeres embarazadas.

El tipo de grasa varía dependiendo del ingrediente vegetal utilizado para su elaboración. Por ejemplo, cuando el insumo es almendra contiene grasas insaturadas y si es coco, grasas saturadas. Si el insumo es arroz, el carbohidrato duplica su cantidad con respecto a la leche de vaca.

Las vitaminas cubiertas por estas bebidas vegetales son la vitamina D y vitamina B1 entre 25 a 40% del requerimiento de una persona adulta sana, con el consumo de una porción de 240 cc.

Los beneficios que ofrece el consumo de estas bebidas vegetales se reflejan en su elevado contenido de grasas mono y poliinsaturadas que favorecen la prevención de enfermedades cardiovasculares, así como su alto contenido de vitaminas B, que contribuye al mantenimiento del sistema nervioso central.

No contienen lactosa, lo que permite una mejora de las molestias gastrointestinales en las personas intolerantes a la lactosa y esta probablemente sea la razón más relevante del incremento de su consumo.

En personas con intolerancia a la lactosa la leche puede producir molestias gastrointestinales como náuseas y diarreas, de modo que pueden sustituirla por otros productos lácteos como el queso, cuyo contenido de lactosa se ha perdido en los procesos de coagulación y maduración, o el yogurt, que a pesar de poseer niveles de lactosa no muy inferiores a los de la leche es mejor tolerado por la presencia de enzimas bacterianas capaces de digerir la lactosa.

Las bebidas vegetales pueden ser utilizadas en cualquier tipo de dieta siempre que se tome en cuenta su contenido nutricional y no se considere un reemplazo de la leche. En este último caso, pretender utilizarlas como sustituto es poco beneficioso .

* Este post es una colaboración de Saby Mauricio Alza, coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Privada del Norte.

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