Claves del marketing personal

En el mercado actualmente existen muchos profesionales buenos y muy buenos, por lo tanto para ser tomados en cuenta debemos sobresalir entre ellos: esa es la premisa inicial del marketing personal.

upn_blog_neg_personal branding 27 oct

Debemos reconocer que no es suficiente ser bueno en nuestro trabajo, y en ese sentido necesitamos diseñar una estrategia que nos permita posicionarnos adecuadamente y marcar una diferenciación en el mercado laboral de tal manera que nuestro nombre se constituya en nuestro principal activo. Si bien profesionalmente todos nos trazamos objetivos, lo importante no es correr por correr, sino seguir una estrategia para alcanzarlos y afianzar nuestra presencia como líder de nuestra profesión. Trazarnos un plan de marketing personal implica conocer en qué eres bueno (qué sabes hacer bien), qué te hace diferente, cuál es tu mejor manera de comunicarlo y cómo vas sostenerlo en el tiempo. El truco aquí es la pasión.

Pero el marketing personal no es crear una imagen pública, menos es ser una imitación de algún líder de opinión. Se trata de construir una marca personal o personal brand; en otras palabras, es “desarrollar, comunicar y sostener a la propia persona, tal cual tratamos a una marca comercial, con la intención de generar nuevas oportunidades de desarrollo personal y profesional, a partir de aquello que se constituye como valor único y diferencial, capaz de representar e individualizar a la persona”. Esto con la firme intención no de salir a buscar trabajo, sino de consolidarnos como un socio estratégico para las empresas.

El primer reto consiste en conocer quién eres y cuál es tu propósito, identificar fortalezas y limitaciones, teniendo en cuenta que tenemos atributos funcionales y emocionales inherentes a cada uno. Para construir una marca personal debemos tener bien claro quiénes somos y que representamos, así como qué queremos representar; no podemos ser alguien que no somos y tampoco pretender gustarles a todos.

El segundo reto es identificar a nuestra audiencia: en qué sector se ubica, qué soluciones les brindamos, si están en el entorno online u offline o ambos, y saber a cuántos podemos llegar, teniendo en cuenta que no podremos llegar a todos. El tercer reto es saber identificar de qué manera nos vamos a comunicar, pues no todos somos buenos escribiendo o hablando en público. Algunos somos más gráficos y visuales, en concordancia con nuestra personalidad. Y finalmente averiguar dónde debo estar, es decir, trazar nuestro networking con la clara consigna de ser siempre honestos y constantes. No podemos perder de vista que la capacitación y el saber afrontar la crisis es vital. La capacitación como parte del sostenimiento de la promesa de valor de tu marca personal no es negociable, hay que aprender día a día. Recordemos por último que en la actualidad es igual de negativo encontrar algo malo de tu persona como no hallarte en el ecosistema.

*Este post es una colaboración de Alonso Vílchez Vera, coordinador de la carrera de Administración y Marketing de la Universidad Privada del Norte.

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