Buena gestión del talento humano incrementa colaboradores felices

¿Cuantas veces le han dicho a usted en la empresa donde labora hace dos, tres, diez, veinte años  que son muy  importantes?, ¿cuantas veces lo premiaron? o alguna vez le enviaron un frio correo electrónico diciéndole “…y lo felicitamos por ese gran aporte….”, pero no hubo un acercamiento o un abrazo.

Hablar de Recursos Humanos, o utilizando los nombres más modernos Gestión del Talento Humano,  es tener presente que esto va más allá de las funciones y procesos típicos de RRHH, como selección, descripción de puestos, capacitación, evaluación de desempeño y otros procesos.

 Los que dirigen las organizaciones o parte de ella se habrán preguntado alguna vez como conseguir que las personas que trabajan en tu organización se apasionen por esta tanto que,  estén dispuestos a sacrificios, tales como los hacen algunos  equipos deportivos, que a pesar que muchas veces les fallan a sus hinchas, aficionados o dirigentes siempre están con ellos, hacen largas colas, poseen  merchandinsig  y otros elementos que los identifica, ¡como lograr eso!,  pues ese es el reto que muchas veces lo asociamos con Compromiso e Identificación, pero que muchas veces es cambiado por un poco más de dinero de parte de la competencia o mejores condiciones de trabajo.

Entonces el verdadero reto es despertar pasión en las personas por sus organizaciones, y ser parte  del desarrollo integral que beneficie a ambos, es decir formar una dupla con intereses comunes, de tal manera que se hable en definitiva de compartir el éxito común.

No sólo se trata de decir que las personas son importantes hay que hacerlos sentir importantes, y eso parte del compromiso y valores del primer nivel de la organización, es como en casa, muchas veces los padres decimos lo que deben o no deben hacer nuestros hijos y sin embargo hacemos  otra cosa,  imaginemos la confusión en la cabeza de nuestros hijos.

Un aspecto importante es la comunicación, tener  la capacidad de aceptar que las personas se pueden equivocar y no hacer de eso un escollo de mortificación, sino por el contrario de ayudarlos a desarrollarse, hablamos de confianza, que no deben confundir con “confianzudo” y sin embargo no inspiramos confianza.

Como trates a tus colaboradores ellos tratarán a tus clientes, la tecnología no marca la diferencia sino las personas que trabajan en las organizaciones, las pueden hacer grandes o las pueden hacer añicos si quieren.

Dedique tiempo a conversar con sus colaboradores, escúchelos y no se aísle en su oficina o a través de una posición privilegiada de jefe. Si usted escucha a los empleados y habla con ellos, estará enviando a toda la organización un mensaje que habla de su interés por lo que les pasa y podrá identificar prontamente a los que están descontentos.

Resalte que la política de personal es un asunto de la gerencia, de la alta dirección o de usted mismo, si su negocio es pequeño. El mensaje es que los asuntos de recursos humanos son de primer orden.

Siempre piense más allá del sistema remunerativo o de los ambientes de trabajo, pregúntese que más le puede entregar a su gente que la motiva y que hechos producen el efecto contrario. Por ejemplo, a veces un premio, una mención o hasta una felicitación con una palmadita en la espalda es más reconfortante que una compensación económica.

Pregúntese por las aspiraciones de sus trabajadores; trate  de determinar cuanto se puede proyectar en la empresa, que otras  ambiciones tienen. Busque integrar en su empresa a los familiares de los trabajadores, conozca usted a la  familia de los trabajadores y que ellos lo conozcan a usted y su empresa. Cuando converse con sus empleados, aun si desea hacer crítica o corregir algo, empiece siempre de manera positiva y los resultados le darán la razón.

*Este post es una colaboración de Jorge Brenis Exebio, docente de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.

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