Moderación con la Tierra

“Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación”, es el lema elegido para conmemorar este 2015 el Día Mundial del Medio Ambiente. Cada año tiene un lema que busca canalizar las iniciativas que surgen en organizaciones e instituciones, sean públicas o privadas. Esta iniciativa surgió en 1972 y más adelante fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

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¿Por qué el lema del presente año? Porque estudios realizados demuestran que de todos los alimentos producidos en el mundo, en la cadena productor-consumidor se pierde una tercera parte como sobras o desechos. Y esto es una llamada de atención, de reclamo, para que cada uno de nosotros sea protagonista y responsable de la necesidad global de cambio que necesitamos. En promedio se producen en el mundo alrededor de 4 mil millones de toneladas de alimentos en sus diferentes formas, de los cuales 1,3 mil millones de toneladas se pierden bajo el concepto de compras en exceso: productos que debemos desechar porque se pasó la fecha de vencimiento, por sobreproducción y por muchas razones más.

Las Naciones Unidas insiste en la demanda-consumo-desechos de alimentos, pues en 2013 el lema fue “Piensa-Aliméntate-Ahorra”, buscando servir de apoyo a la campaña global del mismo nombre para reducir los desechos y pérdidas de alimentos lanzada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), FAO y países asiáticos. Recuerdo haber escrito en mi blog (https://maxarroyo18.blogspot.com) sobre el día del Medio Ambiente del 2013, pero han pasado dos años y la preocupación sigue latente. Los datos son reveladores:

–  Los desechos y comida que se pierden equivalen a más de la mitad del cultivo mundial de cereales.

–  En países en vías de desarrollo, la mayor parte de los desechos y pérdidas se producen en la primera fase de la producción.

–  En países con nivel de ingresos medio o alto, la mayor parte de los desechos tienen lugar en la fase final del proceso productivo.

–  Cada año se producen desembarques de entre 100 y 130 millones de toneladas de pescado, de los cuales 30 millones son descartados.

–  En Estados Unidos se desecha cada año un 30% de todos los alimentos producidos.

–  En Inglaterra aproximadamente un 32% de los alimentos que se compran cada año no se consumen y son desechados.

Sobra decir que si desperdiciamos alimentos, todos los recursos empleados para producirlos corren el mismo destino. Así por ejemplo, producir un litro de leche supone gastar 1,000 litros de agua o producir una hamburguesa 16,000 litros. No debemos olvidar que la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, consume un 70% de agua, genera una deforestación del 80% y en promedio 30% de los gases de efecto invernadero (fertilizantes, pesticidas, transporte, etc.).

Esta vez le toca al planeta poner los límites y quizá esta es la acción que pueda garantizar un futuro para las generaciones venideras. Parece que los gobernantes y todos en general olvidamos que nuestro bienestar, el entorno en el que vivimos y la economía dependen esencialmente de una gestión responsable de los recursos del planeta.

De otra manera, ¿qué será de las próximas generaciones cuando al 2035 haya en el mundo 9,6 mil millones de habitantes? ¿Qué están haciendo los grandes supermercados para promocionar o educar en una verdadera “cultura sostenible de compra”? ¿Qué están haciendo los centros de formación para culturizar a los estudiantes en “que menos es más”? ¿Qué estás haciendo tú?

* Este post es una colaboración de Max Arroyo, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Privada del Norte.

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