Cultura del emprendimiento. A propósito de los aportes de Eric Ries

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Hace unas semanas me dirigí al centro de Lima para encontrarme con una persona con quien me había contactado mediante Mercado Libre, este gran centro virtual de intercambio comercial donde podemos ubicar una ingente variedad de artículos para todos los gustos y a todo tipo de precios. El pedido solicitado era un lote de la revista Variedades, famosa publicación peruana de inicios del siglo XX, cuyas hojas describen la vida de nuestra capital de aquellas épocas. Pero no buscamos relatar sobre uno de mis hobbies favoritos o detallar sobre el contenido de la mentada publicación semanal; el relato desea concentrar su atención en José Luis, el vendedor, quien fue muy amable en su entrega, me relató un poco del contexto histórico en que se desenvolvió Variedades e incluso me dio recomendaciones para conservar los ejemplares.

Pero el vendedor no desaprovechó la oportunidad para mostrarme otros textos antiguos como Lulú y Rigoletto, entre otros, que fueron exhibidos “sin compromiso alguno”, popular frase que se utiliza en las ventas. Ese lapso de tiempo sirvió para intercambiar algunas palabras, evidentemente tenía que preguntar de dónde nació este negocio de brindar productos por internet, incluso artículos culturales que aparentemente no tienen un amplio mercado si lo comparamos con otros. José Luis me confesó que era un coleccionista empírico, cuya pasión nació mientras caminaba por las calles limeñas, visitaba las ferias de libro, husmeaba librerías antiguas e incluso se zambullía en los centros de reciclaje. De esa manera fue construyendo su propio baluarte académico. Por lo tanto, los textos que coloca a disposición del público consumidor en la web son ediciones repetidas o que no forman parte de su interés central, pero que sí tienen un público cautivo.

Es increíble cómo un pasatiempo que demanda energía en un ser humano se puede convertir en una fuente de ingresos e incluso ampliar una red mayor de conocimiento, porque además José Luis se ofrece a realizar búsquedas personalizadas si desea conseguir un artículo especial.

A esta actividad se encuentra vinculado no solo el vendedor, sin también su enamorada y hermanos. Al parecer este tipo de negocio ha irradiado en su entorno al ser barato y con réditos tanto económicos como académicos. Pero lo resaltante es que José Luis y su familia tienen un trabajo estable, no dependen de la venta de textos o revistas antiguas, simplemente dosifican sus esfuerzos para obtener mayores ingresos.

A este tipo de acciones que realiza José Luis y su entorno se le conoce en el mundo moderno como “cultura del emprendimiento”. Primero tengamos en cuenta que el término cultura lo extraemos del tópico desarrollado por Partha Chatterjee, uno de los máximos exponentes de los estudios subalternos, quien señala que todo lo desarrollado por el hombre es cultura.

Por lo tanto debemos entender que todos nuestros elementos se convierten en una potencial cultura, desde nuestros elementos materiales hasta nuestro comportamiento, el cual debe ser destinado a generar ganancias, a impulsar el movimiento económico de nuestro país a partir del ingenio, de la capacidad innovadora. De ello nace el concepto de startup, cuya popularidad se ha extendido a nivel mundial. Pero ello no solo quedó como elemento teorético. Eric Ries propone el “Lean Startup”, una de las metodologías más innovadoras de los últimos tiempos, con el fin de racionalizar nuestros recursos, potencializarlos al máximo y tener importantes beneficios.

Un ejemplo en torno a ello lo encontramos en un hombre que se movilizaba diariamente desde Londres hasta Dublín solo por motivos laborales. En un momento este hombre dijo “mi auto tiene un espacio ocioso” al notar que el resto de los asientos e incluso la maletera no estaban ocupados. Fue así que ofreció a sus vecinos llevar productos pequeños a cambio de un precio módico en comparación a las compañías de transporte. Lo que comenzó como un “favor” para sus amistades se convirtió en corto tiempo en un negocio. El día de hoy este hombre obtiene mucho dinero a partir de su ingenio, utilizando su propio medio de transporte.

Pero Lean Startup no solo nace a partir del descubrimiento empírico. También desarrolla algunos puntos para garantizar el éxito de los negocios. Por ejemplo, busca minimizar los procesos innecesarios e intermediarios que además de generar costos desnaturalizan la relación del emprendedor con su público cautivo.

Estas recomendaciones aplican para todo tipo de actividades, siempre y cuando haya una visión de largo plazo.

¿Por qué no emplear esta metodología en una iniciativa personal? José Luis y el personaje inglés al que nos hemos referido son casos de emprendimientos exitosos. De fondo está el hecho de asumir el proyecto empresarial con una pasión constante.

*Este post es una colaboración de Emilio Augusto Rosario Pacahuala, coordinador de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad Privada del Norte.

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