Medios y sociedad: fines que justifican este vínculo

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Desde varios frentes de nuestra sociedad se está promoviendo el contenido limpio en la televisión peruana y en todos los medios en general. Se habla de contenidos basura o televisión basura, término que define contenidos que están reñidos con lo que señala el artículo 40º de la Ley de Radio y Televisión, y que establece que en el horario familiar (entre 6:00 a.m. y 22:00 p.m.) no pueden propalarse contenidos violentos u obscenos. Sin embargo, definir lo que para cada persona es o no televisión basura, o lo que es lo mismo, contenidos violentos u obscenos, sería caer en subjetividades y justamente es ese el punto del debate.

Los medios de comunicación son un fiel reflejo de lo que pasa en la sociedad en la que se desarrollan. Si hablamos de la “cosificación” de las personas es porque estamos inmersos en una sociedad en donde el modelo económico y social nos hace pensar que todo tiene un precio y todo puede ser utilizado. Los medios replican ello en sus contenidos, algunos por querer generar mayor tráfico, rating, lectoría; otros quizás con un afán mucho más ideológico y fundamentalista. Y esta ha sido, desde su aparición y desarrollo, la principal crítica a los medios de comunicación.

El poder de los medios de comunicación, grandes o pequeños, es innegable y radica en la credibilidad y confianza que el público, su audiencia, le confieren. Pero también depende de lo que esa misma audiencia demande.

Cierto es que estamos en una época de cambios en todos los frentes, y no solo en tecnología, sino cambios más profundos en nuestra visión como personas, como sociedad, en nuestra psique colectiva. Vemos bien que la basura esté en las calles, que el claxon suene casi como una melodía de telón de fondo en nuestras ciudades, que la violencia tome nuestras casas y barrios sin mayor sensibilidad hacia el prójimo, que se mienta, extorsione o soborne para salir de un problema, que se piense que violar la ley es solo un error, que se abuse de las personas no solo físicamente sino también moralmente.

En medio de este panorama, ¿son realmente los medios de comunicación los causantes de que nuestra sociedad esté como está? ¿Son los medios de comunicación los causantes del problema o es que ellos lo magnifican, exponen, validan y aprueban a través de sus contenidos? ¿Este contexto lo causan los medios o la sociedad, la sociedad o los medios?

Un medio de comunicación, casi siempre, es una empresa. Como empresa es completamente válida su posición de programar lo que desea, darle espacio a quien desea o eliminar lo que no desea. Sin embargo, los medios de comunicación se desarrollan dentro de un espacio y contexto sociocultural y no pueden ser ajenos a éste. Ahí donde no llega oportunamente el Estado, está presente una señal electromagnética que trasmite un medio. Somos conscientes como ciudadanos de ello, son conscientes los medios de ello. Si bien nadie puede exigirle a un medio que distribuya un contenido si éste no lo desea o no va de acuerdo a sus objetivos, sí podemos exigir que los mismos sean regulados, no por un ente estatal, sino por los mismos medios y la sociedad civil.

La solución tampoco pasa por cambiar de canal, leer otro medio, escuchar otra radio. Ayuda pero no resuelve el problema de fondo. Señalar que un contenido está destinado a un público y que si otro lo consume no compromete al medio, es ser ciego ante la realidad de nuestro país. Es no querer aceptar el rol que los medios juegan. El respeto de los valores universales debe ser asumido por los medios para dimensionar su poder, para estar a la altura de la confianza entregada.

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