Freelancers o el boom del trabajo independiente

Veinte años atrás hablar de ser un freelancer era sinónimo de desempleo, trabajo eventual, empírico o de soñar en demasía. Todo esto hacía difícil pensar que trabajar bajo esta modalidad podría funcionar o ser sostenible en el tiempo. Sin embargo, la tecnología, el cambio generacional y la optimización del recurso humano en las empresas ha tenido tal impacto que ahora el trabajo independiente representa el espíritu de emprendimiento, un estilo de vida, una nueva forma de hacer negocios que ha roto el paradigma de que la clave del éxito o la seguridad personal y económica radica en la dependencia laboral.

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De esta manera, la demanda de freelancers aumentó y este significativo auge ha implicado que cada profesional se autogestione de manera estratégica, pasando de ser genéricos a personajes especializados para atender necesidades específicas de quienes requieran de sus servicios.

Este modelo laboral no solo es una tendencia, es una realidad. Investigaciones demuestran que cerca del 70% de las profesiones pueden ser realizadas a distancia y es una metodología efectiva elegida por las empresas más prestigiosas del mundo. Por lo tanto, el crecimiento de este ejercicio ha marcado el inicio de nuevos modelos económicos emergentes.

Ser un freelancer tiene beneficios muy atractivos, como la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, administrar el recurso del tiempo, libertad de elegir el negocio o los proyectos de acuerdo a su interés, y sobre todo disfrutar en gran escala lo que se hace, mejorando así su calidad de vida. Sin embargo, ninguno de estos beneficios se tangibilizarán a menos que su capacitación sea permanente, manteniéndose a la vanguardia de los cambios que permitan innovar y renovar, tener una actitud 100% comprometida con sus proyectos así como valores firmes que garanticen brindar un servicio de excelencia a sus clientes.

En un mundo globalizado como el actual, todo lo tenemos a disposición. Por lo tanto, ser un freelancer es cuestión de decisión, con un objetivo claro y una estrategia como escudo. Es necesario saber hacia dónde se va y en qué enfocarse, y aunque para independizarse o emprender la edad no es un requisito, es importante saber identificar dónde están nuestras oportunidades de desarrollo. De manera que identifique su fortaleza y empiece a trabajar.

Ser un profesional freelancer representa un reto solo para mentes ganadoras, en el que la perseverancia, paciencia, buen humor, objetividad y creatividad son las claves fundamentales para asumir las altas y bajas de su autonomía laboral, para vencer los miedos manteniendo vigente la proactividad y para evitar caer en esos temidos estados de confort.

El mercado es totalmente amplio y las posibilidades infinitas, por lo tanto la gran pregunta es: ¿está dispuesto a ser protagonista de este boom laboral? Sea parte del cambio y anímese a ser su propio jefe.

* Este post es una colaboración de Jocelyn Infante Linares, docente del Programa Working Adult de la Universidad Privada del Norte.

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